Diferentes propuestas de formación de la mano de destacados referentes del quehacer teatral.
Actividades con entrada gratuita y cupos limitados. Inscripción: desde el 12 de mayo al mail fiestanacional2017@gmail.com. (No se aceptan inscripciones antes de esa fecha)
El taller "El humor que hay en mí" pretende que los participantes puedan tener un acercamiento al entrenamiento sobre el humor particular que genera uno en la escena. Explorando y conectando sus posibilidades emocionales- físicas - expresivas para componer y concientizar el humor.
La sutil, pero enorme diferencia entre actuar y accionar, entre estar y mostrar. Representar un pensamiento o una emoción o lograr un verdadero proceso de pensamiento que produzca una emoción genuina nacida en el aquí y ahora que nos propone la escena
El seminario “El espacio no convencional convertido en espacio escénico creativo” propone atravesar la producción, montaje e interpretación a partir de tres bastiones: la creación colectiva, la improvisación y el espacio no convencional como disparador de la dramaturgia.
El taller “De la palabra encontrada al dispositivo dramatúrgico” pretende atravesar ese tránsito abismado, incierto, intenso que va de la palabra al dispositivo dramatúrgico. A través de estrategias, procedimientos y de la “imaginación técnica” (Bacon) se buscará ingresar en esos dispositivos móviles, frágiles, refractarios, monstruosos (quizás como esa realidad que nos define y que definimos) e indagar, resignificar y experimentar el trabajo dramatúrgico como una instancia más tendiente a pensar en la idea de una “obra como proceso” más que como una “obra acabada”.
El seminario “Dramaturgia de la dirección” – una aproximación a la dirección teatral, propone un trabajo de experimentación en torno al trabajo del director como dramaturgo de la escena. Desde una aproximación eminentemente práctica, se trabajará con las posibilidades de una dramaturgia escénica a partir de la improvisación de los actores, en una tensión productiva entre las dinámicas de lo actoral, lo espacial, lo textual y lo temporal bajo la mirada compositiva del director, en tanto que patrón de conexión de estos diferentes elementos dentro de la maquinaria teatral.
Pensar que la escenografía debe representar un espacio arquitectónico o decorativo genera un cierto equívoco vinculado al concepto del quehacer escenográfico. La creencia de la escenografía como elemento que describe la obra, que cumple una función narrativa de un lugar, es una atrofia, una mala forma de escenografía. No dice nada, se convierte en elemento decorativo que no ejerce profundidad de expresión.